LOS HILOS TENSORES REABSORBIBLES
Los hilos de polidioxanona son en este momento un tratamiento muy requerido en medicina estética.
Con el paso del tiempo, perdemos volumen óseo de los pómulos, existe una disminución del tono muscular, y la piel se vuelve más flácida. Con todo esto se añade la fuerza de la gravedad, lo que produce un descolgamiento de las estructuras musculares, adiposas y cutáneas de la cara, sobre todo del tercio medio e inferior. Esta caída de las estructuras faciales, empeora la estética y la expresividad, pudiendo dar un aspecto triste, serio o enojado, y sobre todo más envejecido.
Los pacientes que acuden a nuestras consultas piden soluciones no quirúrgicas a este problema, y ​​hoy les podemos ofrecer los hilos tensores o de dermosustentación reabsorbibles, que nos ayudan a conseguir cierto reposicionamiento y rejuvenecimiento de las estructuras faciales.
Los hilos tensores no pueden detener el proceso del envejecimiento, pero sí pueden mejorar los síntomas. Están hechos de polidioxanona (PDO), un material reabsorbible que también se utiliza en cirugías cardíacas, por lo que son muy seguros de utilizar.
Los hilos se implementan con agujas guía o cánulas de diferentes grosores, sin anclajes ni suturas, y pueden ser de un solo filamento o monofilamentos, multifilamento o con espículas o conos en el mismo hilo.
Los monofilamentos pueden ser simples o espiculados, que son los que llevan como unas espinas o conos, como las que saldrían del corte de una rosa, que les permite anclarse mucho mejor en los tejidos y tener un efecto tensor mucho más intenso.
Los diferentes laboratorios que fabrican los hilos espiculados han ido probando diferentes direcciones y diferentes formas de las espículas, así como que éstas estén en un plano o sean tridimensionales con respecto al hilo, mejorando los resultados desde que empezamos a utilizarlos.
Los resultados dependen de la idiosincrasia de la piel del paciente, pero pueden verse inmediata y mejor a las 3 semanas, estando máximos a los 3 meses del tratamiento, y durante entre 12 y 18 meses sus efectos.
Los hilos monofilamento mejoran mucho la calidad de la piel. Los insertamos habitualmente entrecruzándolos entre ellos formando una red. Cuando se empiecen a reabsorber, hacia los 3 meses de su implantación, crean colágeno propio en el lugar que ocupaba el hilo, por lo que al final de su reabsorción hacia los 10 meses, nos quedará una red de líneas de colágeno que nos ayudará a sustentar los tejidos descolgados. El efecto o resultado final pues no será inmediato, sino que será progresivo y máximo a los 3 meses de realizar el tratamiento.
Los hilos espiculados o con conos los insertamos siguiendo la línea de máximo descolgamiento o caída, tanto a cara como a cuello.
Con estos hilos podemos realizar a nivel facial una elevación de la cola de la ceja, el reposicionamiento de la zona malar, lo que nos aumentará el pómulo y nos disminuirá los surcos nasogenianos, el reposicionamiento de la zona de la mandíbula inferior, y conseguir una disminución de las arrugas y la flacidez del cuello. A nivel corporal tratamos la flacidez de la zona abdominal, de la parte interna de los muslos y de los brazos, y de las nalgas.
El tratamiento está indicado sobre todo en pacientes de 35 a 55 años, que tienen un descolgamiento leve o moderado, o en todas las edades si no se desea realizar un lifting quirúrgico. Es minimamente invasivo y se realiza con anestesia local en crema o inyectando un punto de anestesia en los puntos de entrada en los hilos espiculados. El efecto secundario más importante que pueden provocarnos es la aparición de un hematoma, que se reabsorberá en 15 días habitualmente.
El número de hilos se puede ir aumentando progresivamente, al cabo de 3, 4, 6, 8 meses, consiguiendo reforzar el resultado.
Los hilos no dan volumen, por lo que es una técnica que se complementa muy bien con otras técnicas de medicina estética que nos ayudan a reponer volúmenes en las zonas que han perdido grasa u oso.